Introducción

Desde el primer contacto con Maria, se podía sentir su entusiasmo, motivación y pasión por nuestro país y por ser uno de sus mejores anfitriones.

Su entusiasmo y energía son contagiosos y hacen que la experiencia de nuestros huéspedes sea inolvidable.

Con un alma que rebosa alegría, María tiene, sin duda, una dedicación inquebrantable a su profesión. María se compromete cada día a que cada paso de su viaje esté lleno de momentos inspiradores.

Una experta en viajes apasionada y dedicada, alimentada por un amor insaciable por su trabajo. Un día con María se convierte en una aventura inolvidable mientras nos sumergimos en el mundo de las maravillas, el conocimiento y la riqueza cultural de nuestro magnífico país.

Ninguna pregunta quedará sin respuesta, ningún detalle se olvidará. Se dedica a cada huésped en particular y a satisfacer los deseos e intereses del grupo, haciendo que cada encuentro sea inolvidable.

Hacer un tour con María es ser guiado por una embajadora cultural y animadora excepcional. La pasión de nuestra guía enciende y contagia a todos nuestros huéspedes mientras descubren mutuamente los tesoros ocultos de cada destino y crean recuerdos que perdurarán durante mucho tiempo.

(Por Tânia Monteiro, Jefa de Equipo de Maria Santos, Departamento de Viajes Regulares)

Un día de un Experto Living Tours, por Maria Santos:

"Ha llegado el día de descanso, es cierto que lo necesito... ¡pero es curiosa la sensación! Me desperté inquieta, no sonó el despertador... algo en mí me dijo, ¡adelante, acepta el reto de tu "jefe de equipo", Rui Terroso, y comparte lo que te motiva!

Y así será... ¡Por primera vez estoy dispuesta a compartir lo que me motiva cada día! ¡El secreto de mi sonrisa feliz! El día siempre empieza, invariablemente, temprano, con rutinas familiares exigentes: despertar a mi hija, llevarla al colegio; a la vuelta del colegio, ¡empiezo a "trabajar"! Reflexiono un poco sobre el "tour" del día, sobre el grupo, del que sólo conozco los nombres y ¡¡¡las restricciones alimentarias!!! Y me voy, llego a nuestro Front Office con "mariposas en el estómago"; sí, porque aunque ya hayamos recibido miles de huéspedes en "casa", en nuestra ciudad de Oporto, ¡siempre es nuevo!

Una nueva experiencia, un nuevo grupo, un nuevo reto. ¡Y allá voy! ¡Primer contacto con los huéspedes! ¡Reunirlos para partir a la aventura! Y entonces todo empieza a tomar forma... La lista de nombres gana caras y formas, voces, sonrisas soñolientas y ¡primer contacto visual con los que serán mi equipo en ese día!

¡Partimos hacia la aventura! ¡Empiezo a descubrir historias de vida, orígenes, nombres curiosos, motivaciones únicas para este viaje! ¡Y surge la magia! Cada invitado es un mundo, una historia llena de historias. Son familias completas celebrando la vida, son viajeros en solitario, son parejas jóvenes, mayores, y todos juntos con un único propósito: ¡conocer Portugal!

Y yo, con la misión y la enorme responsabilidad de presentarles nuestro país, en la gira que ellos han elegido. Y ese es mi momento. ¡Les doy todo! Porque se lo merecen, ¡porque son especiales! No siempre es fácil: sí, ser especial no es necesariamente sinónimo de facilidad, ¡es sólo la percepción que tengo de mis invitados! Pongo todo lo que soy en cada contacto; me entrego de todo corazón a cada persona que me propone compartir la experiencia de viajar conmigo.

¡Y la magia sucede! Recibo tanto a cambio. Recuerdo una anécdota, después de COVID Isolation: recibí a un huésped de Argentina, un viajero solitario. Se llamaba Daniel y tenía 78 años, un poco más que mi padre. Había sobrevivido a COVID, tras 56 días en la UCI. Un hombre frágil y delicado. Tenía una mirada dulce y la voz aún ronca, fruto de los tubos que le habían metido por la garganta para ayudarle a respirar, en aquella lucha por la vida.
Hablamos durante todo el día, cuando en un momento, frente a un paisaje increíble, allá en el valle del Duero, le digo:

- ¡Déjame hacerte una foto!

Y me dio la respuesta que no esperaba:

- ¿Por qué María? Todas mis fotografías están en mi memoria. Cuando me vaya, nadie imprimirá las fotos de mi móvil, nadie vivirá mi experiencia, porque la foto no retiene los olores de este lugar, no expresa mi emoción de estar aquí, así que, no, ¡gracias! ¡No sería justo para este lugar! ¡¡¡¡Este momento de felicidad es mío!!!!

Y yo, emocionada, le di un abrazo y le dije en voz baja... ¡tienes razón! ¡¡¡¡¡Gracias!!!!!

Es un mensaje precioso. Entre tantas historias, puedo resumir que es una felicidad formar parte de tantos "caminos" que se cruzan con el mío, que es un privilegio poder compartir alegrías con personas de todo el mundo, ¡todos los días! Y que esta es la energía que me hace terminar el día agotada, llegar a casa y poder motivarme para volver a hacerlo todo al día siguiente, ¡con nuevas caras, nuevas historias, otras culturas!

Por esto y mucho más, estoy inmensamente agradecida, ¡¡¡porque me encanta lo que hago!!!"