En este tour privado a Óbidos, Alcobaça, Batalha y Fátima, usted decide dónde ir y qué ver.

Sugerimos comenzar con Óbidos, un pueblo medieval conquistado a los moros por el primer rey portugués D. Afonso Henriques, en 1148. Siglos más tarde, el rey D. Dinis regaló Óbidos a su esposa, la reina Isabel, como regalo de bodas. A partir de entonces, la región se convirtió en una fuente de riqueza para todas las reinas portuguesas. Sus muros defensivos coronados por el castillo moro, hacen de este pueblo uno de los mejores ejemplos de una fortaleza medieval inglesa. Por esta razón, forma parte de los castillos templarios de Portugal.

A continuación, recomendamos una visita al Monasterio de Batalha, declarado en 2017 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El monasterio fue solicitado para ser construido en 1386 por el rey D. João I, como agradecimiento a la Virgen María por la victoria sobre España, en la batalla de Aljubarrota. Este monumento dominicano, de la Orden de Santo Domingo, fue construido durante el reinado de siete reyes portugueses y es un ejemplo de la arquitectura gótica portuguesa tardía, o estilo manuelino, y en 2007 fue elegido una de las Siete Maravillas de Portugal.

Si el tiempo disponible lo permite, también puede optar por visitar el monasterio de Alcobaça, el primer monumento construido únicamente siguiendo el estilo arquitectónico gótico, en tierras portuguesas. Considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es también una de las Siete Maravillas de Portugal.  

Para hacer de éste el día perfecto lejos de Lisboa, su próxima parada deberá ser Fátima, uno de los principales destinos de peregrinación del mundo. El Santuario de Fátima es sin duda el santuario mariano más famoso del mundo dedicado a la Santísima Virgen. En la "ciudad santa", recomendamos una visita a la Capilla de las Apariciones, donde se puede ver la Corona de Nuestra Señora de Fátima con una de las balas que alcanzó al Papa Juan Pablo II en el ataque de 1981, y la Basílica de Fátima. Aproveche para conocer la historia de las Apariciones de la Virgen María de Fátima a los tres pastorcitos Lucía, Francisco y Jacinta, en 1917. No se pierda la Iglesia de la Santísima Trinidad, que es de construcción más moderna. 

En el Santuario de Fátima, no se pierda el fragmento del Muro de Berlín, donado por un inmigrante portugués en Alemania en el momento de la caída del muro.