Flamenco

El flamenco es una expresión artística que combina cante, baile y musicalidad. El abanico de sentimientos y estados de ánimo -tristeza, alegría, tragedia, regocijo y miedo- puede expresarse a través de letras sinceras y expresivas, caracterizadas por la brevedad y la sencillez. Los espectáculos flamencos tienen lugar en fiestas religiosas, rituales, ceremonias, celebraciones privadas o conciertos locales. La transmisión se produce a través de dinastías, familias, grupos sociales y peñas flamencas, que desempeñan un papel fundamental en su conservación y difusión.

Torres humanas o "Castells”

Los Castells son torres humanas construidas por miembros de grupos de aficionados, normalmente como parte de las fiestas anuales de los pueblos catalanes. El escenario tradicional es la plaza frente al balcón del ayuntamiento. Las torres humanas están formadas por castellers que se sostienen unos a otros en una sucesión de niveles (entre seis y diez).  Antes,  durante  y  después  del  espectáculo,  músicos  tocan diversas melodías tradicionales con un instrumento de viento conocido como gralla, marcando el ritmo al que se construye la torre.

Las Fallas de Valencia

Las Tamborradas

Las Tamborradas, que forman parte de las celebraciones católicas de Semana Santa, son ruidosos rituales colectivos basados en el intenso y simultáneo redoble de miles de tambores, tocados ininterrumpidamente durante días y noches en espacios públicos de ciudades y pueblos. Cada año, crean un paisaje sonoro y una identidad cautivadores, en un ambiente cargado de emoción y de un intenso sentimiento de comunión colectiva. El proceso de transmisión de esta práctica genera un fuerte sentimiento de pertenencia al grupo y una profunda conexión con el ritual entre toda la comunidad.

Durante doce días, a principios de mayo, la ciudad de Córdoba celebra la Fiesta de los Patios. Los patios son viviendas colectivas, familiares o plurifamiliares situadas en el centro histórico de la ciudad, que se engalanan especialmente para la ocasión. Los Patios Cordobeses son también escenario de cantes tradicionales, guitarras flamencas y bailes. La fiesta se considera parte integrante del patrimonio cultural de la ciudad, lo que le confiere un fuerte sentido de identidad y continuidad. Se guía por tradiciones, saberes y conocimientos centenarios, que se materializan en la expresión del simbolismo y las tradiciones de la comunidad cordobesa.

Fiesta de la Patum de Berga

La Patum de Berga es una fiesta popular cuyos orígenes se remontan a las fiestas y desfiles medievales que acompañaban la celebración del Corpus Christi. Se celebra todos los años entre finales de mayo y finales de junio. La Patum de Berga, que ha conservado a lo largo de los siglos su mezcla de características profanas y religiosas, se distingue de otras fiestas de la región que se remontan a la Edad Media por su riqueza y diversidad, la conservación de su teatro callejero medieval y su componente ritual.

Fiestas del fuego del solsticio de verano en los Pirineos

Al anochecer, gentes de diferentes pueblos y aldeas bajan las montañas con antorchas encendidas para iluminar diversos faros construidos tradicionalmente. El descenso es un momento especial para los jóvenes, ya que significa la transición de la adolescencia a la edad adulta. Esta fiesta de los Pirineos se considera un momento para regenerar los lazos sociales y reforzar los sentimientos de pertenencia, identidad y continuidad, con celebraciones que incluyen folclore popular y una comida comunitaria.

Fiestas de la Mare de Déu de la Salut

La fiesta de "La Mare de Déu de la Salut" se celebra los días 7 y 8 de septiembre, cuando alrededor de 1.400 personas participan en representaciones de teatro, música y danza organizadas en los barrios históricos de la ciudad: Valencia, La Muntanya, Santa Bárbara y La Capella. Las procesiones discurren desde la Basílica Menor de San Jaime hasta la Capella de la Troballa. Las fiestas comienzan con el repique de campanas en la basílica, seguido de un desfile. Todos los trajes, adornos y accesorios están hechos a mano, y los bailes y partituras musicales se transmiten de generación en generación.

Misterio de Elche

El Misterio de Elche, que tiene lugar los días 14 y 15 de agosto, es un drama sacro musical sobre la muerte, el paso al cielo (conocido como la Asunción) y la coronación de la Virgen María. Desde mediados del siglo XV, se representa en la Basílica de Santa María y en las calles del casco antiguo de Elche, situado en la Comunidad Valenciana. Es un testimonio vivo del teatro religioso europeo de la Edad Media y del culto a la Virgen. Esta tradición, que atrae a toda la población de la ciudad, está estrechamente ligada a la identidad cultural y lingüística de los habitantes de la región.

El canto de la Sibila

El villancico marca la vigilia anual de Navidad, la noche del 24 de diciembre, y lo canta un niño o una niña acompañado de dos o más acólitos o niñas. Durante el villancico, caminan por la iglesia hacia el presbiterio, con el cantor sosteniendo una espada en las manos, levantada delante de la cara, mientras los acólitos llevan velas. Al final de la canción, se traza una cruz en el aire con la espada. El rito implica a todas las parroquias de Mallorca y las generaciones mayores y jóvenes trabajan codo con codo como cantores, figurinistas, celebrantes y otros ayudantes, asegurando así su celebración y transmisión.

Los caballos del vino

Los Caballos del Vino se celebra cada año del 1 al 3 de mayo en Caravaca de la Cruz. El ritual ecuestre consiste en una serie de actos en los que el caballo es el protagonista. Además, la relación entre el hombre y el caballo, basada en el respeto y la colaboración, se transmite de generación en generación. Ambas actividades, la vitivinicultura y la cría de caballos, son parte integrante de la economía, la historia y la cultura de la zona, y la fiesta pone de manifiesto valores como el compañerismo y la solidaridad, en los que todos se sienten representados como parte de un grupo socialmente unido.

En toda su diversidad, el patrimonio inmaterial de España es una joya preciosa que refleja la esencia de la cultura española. Las fiestas, la música, las danzas, los rituales y las expresiones lingüísticas que conforman este legado inmaterial no sólo enriquecen la vida cotidiana, sino que conectan a las generaciones actuales con las profundas raíces del pasado.

Sin embargo, este patrimonio inmaterial no es inmune al paso del tiempo y a la presión de la globalización. Preservar el patrimonio inmaterial no es sólo una cuestión de honrar el pasado, sino también de garantizar la continuidad de tradiciones que tienen el poder de unir a las personas, reforzar identidades y proporcionar un sentido esencial de pertenencia.