El día empeza con una cálida bienvenida a nuestro pintoresco viñedo, donde el aire fresco de la mañana está impregnado de la promesa de una cosecha abundante. 

Bajo la dirección de nuestros expertos enólogos, se arremangará y se sumergirá en las complejidades del cultivo de la vid. 

Sentirá la tierra bajo sus pies mientras poda las viñas, inspecciona los racimos y selecciona las mejores uvas para la vendimia del día.

A medida que el sol asciende en el cielo, llega el momento de recoger la cosecha y transportarla a la bodega, donde comienza la magia. Póngase la gorra de enólogo y entre en la bodega, donde le esperan hileras de barricas de roble y depósitos de acero inoxidable. 

Aquí aprenderá el arte de estrujar, prensar y fermentar las uvas, descubriendo sus sabores y aromas ocultos con cada cuidadosa manipulación.

Pero el viaje no termina ahí. Como un auténtico enólogo, tendrá la oportunidad de catar y mezclar varios vinos, afinando su carácter y equilibrio para crear su propia mezcla. 

Con la orientación de nuestros expertos, experimentará con diferentes variedades, técnicas de envejecimiento en roble y proporciones de mezcla, que culminarán en un vino que refleje su paladar y personalidad únicos.