Clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el valle del Duero tiene innumerables líneas de tonos verdes diseñados para formar las terrazas perfectas que producen los mejores vinos del mundo. El Duero es un majestuoso desierto y un lugar sorprendentemente tranquilo para disfrutar a bordo de un magnífico crucero.

Tu día comienza en la estación de tren de Régua. Durante un viaje en tren de 1h30 podrás seguir las tranquilas aguas del Duero hasta Pocinho. Los paisajes desfilarán ante sus ojos y le mostrarán el curso del río en el que navegará en la dirección opuesta.

En cuanto llegue a Pocinho, tendrá el crucero donde se dirigirá a Régua. Con varias facilidades, este crucero también tiene a su disposición un gran comedor donde podrá disfrutar de su almuerzo con total comodidad. Los productos tradicionales y de excelente calidad le esperan en la mesa. Los mejores sabores de la gastronomía le provocarán una explosión de sabores en compañía de los deslumbrantes valles que la naturaleza ha sido capaz de proporcionar. Cierra los ojos e intenta imaginar un sitio donde el hombre y la naturaleza coexistan en plena armonía y entiendan lo que te espera.

Durante el viaje en barco de Pocinho a Régua, le espera un momento de gran atracción. Intenta bajar la presa de Pocinho con 20 metros de desnivel. Aprende cómo es posible hacer el paso del barco de una presa a la otra. Experimente el interior de las presas con el cierre de las compuertas que le llevará a otro nivel del río Duero y a nuevos paisajes. Filma y graba este momento y compártelo en las redes sociales para despertar la curiosidad de tus amigos y familiares.

Llegue al muelle de Régua cerca de la hora del atardecer después de un día inolvidable en el impresionante valle del Duero y disfrute del resto del día en el hermoso pueblo de Régua.