1. Cometer errores es parte del proceso. Tanto lo bueno como lo malo son parte de la ecuación del éxito.

No existen caminos directos en el mundo empresarial y en el desarrollo personal. Los desafíos hacen que la vida sea interesante y superarlos nos da sentido.

2. Los errores son buenos porque creo que la mayor parte del aprendizaje proviene de cometer errores y reflexionar sobre ellos.

Engañar-se significa que estás intentando, e intentar algo siempre es una ganancia porque es experiencia, incluso si no sale bien al principio. Cuando aprendemos a caminar también caemos muchas veces hasta que podamos hacerlo, es quizás la primera gran enseñanza de la naturaleza humana.

Vale la pena porque los errores son la base del aprendizaje, y el aprendizaje es la base para hacer mejor las cosas, y hacer las cosas mejor es estar más cerca de nuestras metas. Sin errores y sin aprender, nada mágico sucede en la vida.

Una cultura empresarial exitosa acepta cometer errores, pero es inaceptable no identificarlos, analizarlos y aprender de ellos. Las mentes innovadoras cometen errores. Es importante aprender a amar nuestros errores. Aprenda de ellos y cambie de rumbo después de analizarlos.

3. Aprendí que no hay nada que temer de la Verdad. El fracaso se debe en gran parte a no aceptar o afrontar con éxito las realidades de la vida.

Y cual es la verdade? Reconocer los errores, ser honesto sobre nuestras debilidades, ser transparente en nuestras opiniones y nunca ocultar los problemas existentes.

Solo desde esta postura es posible enmendar, corregir, reforzar y mejorar. El revés nos detiene, nos retarda y nos desgasta.

A corto plazo podemos seguir adelante, pero mentir es prolongar un fracaso, porque siempre sale la verdad y, por regla general, cuando tenemos poco margen de maniobra para reaccionar.

4. Debemos tener cuidado con el exceso de confianza y sentirnos cómodos si no sabemos algo.

La característica más importante que diferencia a las personas exitosas de las que no lo son es la capacidad de aprender y adaptarse.

La confianza puede conducir al fracaso cuando no se gestiona de manera oportuna y se convierte en arrogancia.

Las circunstancias del mercado están cambiando cada vez más rápidamente y esto debería llevarnos a ser prudentes.

Saber que no sabes nos lleva a cuestionar, compensar ausencias, seguir estudiando o pedir ayuda, todas ellas preguntas imprescindibles para permanecer en el centro de atención.

Como dice Ingvar Kamporade, fundador de IKEA:

“El veneno más peligroso es el sentimiento de logro. El antídoto es pensar cada tarde que puedes hacerlo mejor al día siguiente ".

Con el éxito siempre hay que tener cuidado, porque la victoria se desmaya y nadie está libre de sus efectos. Cuanto mayor sea el éxito, mayor debe ser la humildad.