Un ciclo de retroalimentación es una de las herramientas más efectivas para mejorar el desempeño. Aprendemos más rápido y logramos más cuando hacemos que dar y recibir comentarios sea una parte constante de cómo colaboramos entre nosotros. El feedback nos ayuda a evitar malentendidos, crea un clima de corresponsabilidad y reduce la necesidad de jerarquías y reglas.

Sin embargo, fomentar la retroalimentación sincera en una empresa es mucho más difícil de lo que uno podría imaginar. Fomentar una atmósfera de sinceridad requiere que los empleados se desprendan de años de condicionamiento y de creencias firmemente arraigadas como “Dar retroalimentación solo cuando se le pida” y “Elogie en público, critique en privado”.

Al considerar dar retroalimentación, las personas a menudo se sienten divididas entre dos temas que compiten entre sí: no quieren herir los sentimientos del oyente, pero también quieren ayudar a la persona a tener éxito.

El punto en Living es que nos ayudamos unos a otros a tener éxito, incluso si eso significa herir los sentimientos de alguien de vez en cuando. Más importante aún, descubrimos que, en el entorno adecuado y con el enfoque correcto, podemos dar retroalimentación sin herir los sentimientos de otras personas.

El primer paso para implementar una cultura de sinceridad es que los gerentes de línea no brinden comentarios extensos a su equipo.

Al contrario, es hacer que los empleados den un feedback sincero al jefe directo. Esto puede ir acompañado de retroalimentación del jefe al empleado. Pero la sinceridad de facto ocurre cuando los empleados comienzan a brindar comentarios sinceros a sus líderes.

Yo mismo en las evaluaciones de retroalimentación para empleados y/o gerentes, siempre me pongo a disposición para una verdadera retroalimentación de 360º sobre mi desempeño y desempeño y he aprendido mucho y mejorado mi desempeño gracias a la retroalimentación sincera que recibo de las personas.

Como la famosa historia de “el traje nuevo del rey”, que habla de un tonto en el poder, tan convencido de que vestía la ropa más sofisticada jamás hecha que desfilaba desnudo ante sus sirvientes. Nadie se atrevió a señalar lo obvio, excepto un niño que desconocía jerarquías, poder o consecuencias.

Cuanto más alto esté en una empresa, menos retroalimentación obtendrá y, por lo tanto, es más probable que "trabaje desnudo" o cometa algún otro error que sea obvio para todos menos para usted. Esto no solo es disfuncional, también es peligroso. Si un interno se equivoca en algo básico y nadie le dice nada, no es grave. Pero si el CFO se equivoca en algo en el estado de resultados y nadie se atreve a cuestionarlo, pone en riesgo a la empresa.

La primera técnica para lograr que los empleados brinden retroalimentación honesta es incluirla regularmente en el cronograma de reuniones individuales entre gerentes y empleados.

No solo debe solicitar comentarios, sino también informar y mostrar a los empleados que esto se espera y es extremadamente importante.

Mientras se recibe retroalimentación, el comportamiento es un factor fundamental, se debe demostrar al colaborador que es seguro dar retroalimentación, respondiendo a todas las críticas con agradecimiento, y sobre todo dando sugerencias de pertenencia, eso porque fue sincero con la “gerencia”, esto no pone en peligro de ninguna manera su papel o su desempeño en la empresa, ya que cualquier empleado que dé una retroalimentación sincera se preocupará: ¿mi jefe usará esto en mi contra? ¿O esto dañará mi carrera? Cosa que nunca puede ocurrir en ningún momento en una empresa con una cultura de sinceridad.