Centrarse en el cliente y no en la competencia
La competencia no debe ocupar el pensamiento del centro estratégico de una empresa
Este es uno de los principios que nos hemos tomado muy en serio en Living Tours desde nuestra fundación y sigue siendo el factor diferenciador en los resultados obtenidos, ¡hasta el día de hoy! ¡Foco en el cliente y valor añadido!
Sin embargo, en muchos casos, este enfoque en la competencia mantiene a las empresas estancadas y ancladas, poniendo a la competencia en lugar del cliente en el centro de la estrategia.
Como resultado, las empresas dedican su tiempo y atención a compararse con sus rivales y a responder a sus movimientos estratégicos, en lugar de averiguar cómo dar mucho más valor a los clientes.
Las empresas deben escapar de la opresión de la competencia, la idea es pasar de la competencia a la creación de un nuevo espacio de mercado, por lo que es irrelevante.
Está provado que as empresas que rompem com a concorrência, interessam-se pouco por apanhar ou ultrapassar os rivais ou por alcançar uma posição concorrencial favorável. O objetivo delas não é ultrapassar a concorrência, mas sim oferecer um salto quântico no valor oferecido que torna a concorrência irrelevante.
Está comprobado que las empresas que se apartan de la competencia tienen poco interés en alcanzar o adelantar a sus rivales o en lograr una posición competitiva favorable. Su objetivo no es superar a la competencia, sino más bien proporcionar un salto cualitativo en el valor ofrecido que hace que la competencia sea irrelevante.
El enfoque en la innovación de valor para no luchar contra la competencia lleva a las empresas a desafiar a todas las matrices en las que compite una industria y a no pensar que solo porque la competencia sea para obtener algo no significa que aumentará el valor para el cliente.
De esta manera, la paradoja estratégica que enfrentan muchas organizaciones tiene sentido: cuanto más se enfocan en mantenerse al día con la competencia, y cuanto más luchan por alcanzarla o superarla, más tienden, irónicamente, a parecerse a la competencia.
Por ello, debemos dejar de mirar a la competencia e innovar el valor ofrecido al cliente y dejar que la competencia se preocupe por nosotros.
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