Ser madre es invocar la mayor y más divina de las responsabilidades. Se trata de tener el poder para calmar en su regazo, en la sonrisa el poder de confort. Ser madre es ser estabilidad y fortaleza, incluso en la incertidumbre, incluso en el sufrimiento.

¡Ser madre es todo esto y más, pero sobre todo es tener la capacidad de amar a sus hijos incondicionalmente!

Tendría mucho que decir y agradecer a mi madre, de ella recibí resiliencia, resistencia y superación, “cuando quieres algo tienes que ir tras él y no rendirte” o “quien quiere la bellota sube” una enseñanza que escuché toda mi infancia.

Ensinou-me os valores e crenças que construíram a minha personalidade, como o compromisso, a verdade, o saber gerir recursos financeiros tendo a poupança como uma obrigação, porque nunca sabemos o dia de amanhã, a responsabilidade que sempre me atribuiu desde muito cedo, sempre me incutiu que deveria ser eu a tratar de mim e das minhas tarefas como a escola, a responsabilidade do estudo e trabalhos de casa, as matrículas da escola desde 2º ciclo sempre foram da minha responsabilidade!

Me enseñó los valores y creencias que construyeron mi personalidad, como el compromiso, la verdad, saber gestionar los recursos económicos con el ahorro como obligación, porque nunca sabemos el mañana, la responsabilidad que siempre me ha asignado desde muy temprano. Siempre me inculcó que yo debería ser quien me cuide a mí mismo y a mis tareas como la escuela, la responsabilidad de estudiar y hacer las tareas domesticas, ¡la matrícula escolar desde el 1º ESO siempre ha sido mi responsabilidad!

Ella siempre me enseñó las tareas esenciales para que nunca dependiera de nadie, como cocinar y hacer los deberes, enseñanzas fundamentales para mi supervivencia en la universidad, con 18 años viviendo con amigos sin la madre presente para cocinar, limpiar, ordenar o planchar. ¡Nunca fue un obstáculo para mí!

Gracias a ti mamá, soy un hijo feliz y amado que está extremadamente orgulloso de su madre.
 

Las palabras nunca serán suficientes para agradecerte por todo lo que me has dado y aún me das. ¡Gracias por todo, mamá!