Aprendiendo de otros
Todos los hombres que conozco son superiores a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él.
Puedes aprender algo bueno de cualquier ser humano, pero tenemos que estar dispuestos a apreciarlo.
Y para eso es fundamental poner en práctica la virtud de la humildad, que no es más que una actitud de apertura, el reconocimiento de que lo que no sabemos supera con creces lo que sabemos.
El orgullo y la soberbia nos encierran en nosotros mismos y una mente que se alimenta solo acaba por empobrecerse.
Cualquiera tiene mucho que agregar en alguna parte de la vida. Si somos lo suficientemente humildes para acercarnos a tu sabiduría y permitir que la exprese, tendremos la oportunidad de seguir creciendo.
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